¿Tengo un PLE?

 

Comenzamos la tercera entrada al blog intentando responder a la siguiente pregunta:

¿Tengo un PLE?

Si entendemos PLE (Personal Learning Enviroment o Entorno Personal de Aprendizaje) como el conjunto de herramientas tecnológicas que utilizamos en la vida cotidiana para el aprendizaje, rotundamente sí. Creo que como todos o la mayoría hoy en día, aunque probablemente nunca nos habíamos parado a pensar en ello y probablemente no seamos capaces de definirlo ni acotarlo con exactitud. Ya que mucha de la información o conocimientos que adquirimos hoy en día provienen de herramientas tecnológicas como por ejemplo internet, teléfonos inteligentes, ordenadores, gps… Estamos tan familiarizados con las nuevas tecnologías y las tenemos tan normalizadas que no nos paramos a pensar y a reflexionar en los cambios que han motivado las mismas en un periodo de tiempo relativamente corto.

Las nuevas tecnologías han cambiado por completo la forma en la que nos relacionamos, nos educamos, nos divertimos, en definitiva, se puede decir que han cambiado la forma en la que vivimos. ¿Para bien o para mal? Pues esta es otra pregunta muy difícil de contestar y creo que como todo en la vida no es ni blanco ni negro y habría que buscar un término intermedio.

Por poner un ejemplo, antes del verano, cuando todos estábamos confinados, gracias a las nuevas tecnologías, la mayoría de estudiantes pudieron seguir formándose desde casa gracias a ordenadores y a internet, no echando a perder la mitad del curso. Pero por otro lado, una minoría de ellos sin acceso ordenadores o internet; por la razón que sea (económica, social, familiar, geográfica…), no pudieron seguir adelante con el curso, haciéndose así diferencias entre unos y otros, perjudicando (como la mayoría de las veces) a los más vulnerables.

La forma en la que nos educamos o en la que nos informamos poco o nada tiene que ver con la de hace uno años. Hace unos años el lado malo de esta situación era que la información brillaba por su ausencia, por ejemplo, solo había dos canales de televisión y periódicos impresos, la mayoría de veces controlados por los dirigentes del país. Y hoy en día, estamos justo en el extremo contrario, estamos desbordados de información, haciendo muy difícil la distinción y cribado de la información “buena” y la información “mala”. Gracias a internet prácticamente cualquiera puede dar sus opiniones, sus métodos, sus conocimientos acerca de cualquier materia o  y colgarlos en la nube. Antes cuando se tenían dudas acerca de cualquier tema se acudía a un experto en la materia para resolverlas. Cuando ahora lo primero que hacemos todos es acudir a internet. El mundo de la educación y de la docencia tampoco se puede entender sin nuevas tecnologías, cuando no hace mucho, todo se hacía con libros de texto y de manera manual (tiza y pizarra).

En el ámbito industrial si analizamos el uso de las nuevas tecnologías de manera global y sin entrar en detalle en ninguna de estas, se puede decir que también ha habido adelantos muy grandes en un periodo de tiempo relativamente corto. Por ejemplo mejorando productividades, creando nuevas formas de trabajo, de manejo de datos y de información. Haciendo a las empresas mucho más competitivas y mejorando la calidad de vida de la sociedad en general. Pero por ejemplo, un ataque informático, o una simple caída de la red podrían parar la industria y traer consigo grandes pérdidas económicas y sus respectivas consecuencias. Cosa que no hace muchos años era impensable.

Como conclusión decir que las nuevas tecnologías también han hecho posible la globalización y el modelo de funcionamiento por el que se rige el mundo hoy en día, con sus pros y sus contras. A modo de reflexión, otra pregunta, ¿se habría propagado el coronavirus sin nuevas tecnologías?, ¿las nuevas tecnologías y la globalización ponen en peligro el modo de vida que llevamos? ¿Es el coronavirus una patada en la cara contra la globalización?...

PENSAMIENTO CRÍTICO

1.   Resumen sobre el pensamiento crítico:

El pensamiento crítico es una forma de pensar con el fin de obtener un resultado utilizando la razón y no el corazón. Este resultado puede ser, solucionar un problema, responder una pregunta o explicar algo. Con esta premisa, todo razonamiento debe ser abordado desde un supuesto inicial, para después enfrentándolo a otros puntos de vista diferentes y recopilando toda la información y datos al respecto, llegar a unas conclusiones razonables y argumentables. Es decir, hay que partir hacia la solución sin prejuicios y analizar todas las opciones de manera imparcial y objetiva para llegar a una solución que nos satisfaga.

Claro está que para poder pensar críticamente hace falta desarrollar unas destrezas intelectuales esenciales como son:

·             Humildad

·             Entereza

·             Empatía

·             Autonomía

·             Integridad

·             Perseverancia

·             Confianza

·             Imparcialidad

·             Autodisciplina

·             Mente abierta

·             Capacidad de comunicarse de manera efectiva

Para poder desarrollar etas destrezas hay que aplicar los estándares intelectuales (claridad, exactitud, lógica, precisión…) a los elementos del razonamiento.

2.    Análisis del texto “Clases magistrales, y concentración,” según las características del pensamiento crítico:

“El alumnado no es capaz de mantener la concentración por un periodo superior a 15 minutos”. Afirmación ampliamente divulgada y cuya veracidad es argumentalmente discutida por parte de Jose Ramón Alonso en su blog.

Con estas líneas queremos reflexionar de manera crítica en torno a la concentración en el aula y la infinidad de factores que influyen en ella.

Basamos nuestra reflexión tomando como ejemplo un aula tradicional en la que interactúan una serie de alumnos y generalmente un único docente. Analicemos de manera un poco más detallada los mencionados tres factores, aula, alumnado y docente.

 

Cuando hablamos de aula y pensamos en educación secundaria, automáticamente nos viene a la cabeza una sala rectangular con baldosas hasta media altura, paredes y techo pintadas en blanco y con ventanas en alguna de las caras. Por norma general son fabricadas mirando al bolsillo, sin pensar en su función y requerimientos, muchas veces terminadas a prisa con septiembre a la vuelta de la esquina. ¿Acaso alguien ha tenido en cuenta la iluminación tanto natural como artificial y los reflejos? ¿La sonoridad reverberación y el ruido exterior?, ¿Se tuvo en cuenta la cantidad de alumnos a acoger, y la posibilidad distribuirlos de una manera no tradicional? ¿En el caso de aulas nuevas, se habrá garantizado una conectividad estable y con posibilidad de adaptación a futuro, verdad? La lista sigue y el análisis pormenorizado podría dar cuanto menos para  un Trabajo Final de Máster pero no cabe duda que todos y cada uno pueden contribuir o entorpecer la concentración de todos.

El alumnado: 24 adolescentes de entre 12 y 16 años en la ESO y 31 jóvenes de entre 16 y 18 años en bachiller. Experimentado cambios físicos constantes, con las hormonas en plena efervescencia. Las primeras parejas, el descubrimiento de la noche, el alcohol y otras drogas. La convivencia, a veces problemática, en sus casas… 

Por último el profesorado. Ese colectivo de holgazanes funcionarios con más vacaciones que nadie y un sueldo de élite funcionarial. Con más de 100 alumnos por docente a jornada completa, con medios y formación en el mejor de los casos escasa y muchas veces inexistente. Un colectivo, al que disculpen la expresión, le llueven “hostias” por parte de padres y madres, alumnos y muchas veces de quien supuestamente están para ayudar y protegerlos.

Lo descrito en estas líneas no deja de ser una descripción rápida y superficial de algunos de los factores que influyen en la concentración y que nos llevan a pensar que es imposible determinar una fracción de tiempo media, para una persona media, en una situación media en la que pueda estar en un nivel de concentración,  ¿también medio?.

 

1.

Gaizka Bustince y Mikel Lacasta.